
Aunque la contaminación del suelo afecta a gran parte del globo terráqueo, nos centraremos en la situación de la Comunidad Valenciana por ser el territorio más cercano a nosotros y, por tanto, el que nos afecta más directamente.
La Comunidad Valenciana tiene suelos muy fértiles, lo que ha propiciado que el hombre haya trabajo mucho estos suelos con el consecuente deterioro de los mismos. La transformación de cultivos genera en la actualidad importantes cambios en el paisaje de la comunidad: el abandono de cultivos con regeneración de la vegetación natural, abandono de cultivos con degradación del suelo, transformación de secano o de monte en regadío, desecación de marjales,... pero además nuestros suelos también sufren el efecto de los vertidos; en el siguiente punto profundizaremos y explicaremos estos problemas.
Cabe hacer notar otros peligros naturales que afectan nuestros suelos debido a nuestra situación geográfica.
Estamos en una zona costera, por lo tanto nos afecta muy directamente la erosión costera; no queremos decir con esto que erosión sea igual a contaminación pero lo que si es cierto es que la erosión estropea los suelos, la línea de la costa retrocede y las construcciones en la línea de la costa son afectadas especialmente en los temporales; además el hecho de que estemos en la costa hace que uno de los sectores más importantes sea el turismo, las construcciones aumentan, cada vez queremos autopistas más rápidas para llegar a nuestros puntos de vacaciones en menos tiempo, perdemos arena, vegetación, fertilidad del suelo,... en definitiva nuestro suelo verde y costero se está transformando en un suelo gris, gris de cemento y grandes edificios. La Comunidad Valenciana, una comunidad que ha vivido tantos años de los productos de la huerta y los suelos fértiles y sanos, está viendo como, desde la segunda mitad del siglo XX, prolifera el turismo, vía fácil para enriquecer rápidamente los bolsillos de los empresarios a costa de empobrecer, también rápidamente, la calidad de nuestros suelos.
La Comunidad Valenciana tiene suelos muy fértiles, lo que ha propiciado que el hombre haya trabajo mucho estos suelos con el consecuente deterioro de los mismos. La transformación de cultivos genera en la actualidad importantes cambios en el paisaje de la comunidad: el abandono de cultivos con regeneración de la vegetación natural, abandono de cultivos con degradación del suelo, transformación de secano o de monte en regadío, desecación de marjales,... pero además nuestros suelos también sufren el efecto de los vertidos; en el siguiente punto profundizaremos y explicaremos estos problemas.
Cabe hacer notar otros peligros naturales que afectan nuestros suelos debido a nuestra situación geográfica.
Estamos en una zona costera, por lo tanto nos afecta muy directamente la erosión costera; no queremos decir con esto que erosión sea igual a contaminación pero lo que si es cierto es que la erosión estropea los suelos, la línea de la costa retrocede y las construcciones en la línea de la costa son afectadas especialmente en los temporales; además el hecho de que estemos en la costa hace que uno de los sectores más importantes sea el turismo, las construcciones aumentan, cada vez queremos autopistas más rápidas para llegar a nuestros puntos de vacaciones en menos tiempo, perdemos arena, vegetación, fertilidad del suelo,... en definitiva nuestro suelo verde y costero se está transformando en un suelo gris, gris de cemento y grandes edificios. La Comunidad Valenciana, una comunidad que ha vivido tantos años de los productos de la huerta y los suelos fértiles y sanos, está viendo como, desde la segunda mitad del siglo XX, prolifera el turismo, vía fácil para enriquecer rápidamente los bolsillos de los empresarios a costa de empobrecer, también rápidamente, la calidad de nuestros suelos.
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